Jesús Garrido, jesuita desde hace 40 años,
es el sacerdote de la Ruta Quetzal BBVA. Además,
se encarga de evaluar los diarios de Ruta de los expedicionarios,
organiza tertulias entre los jóvenes y coordina,
junto a Dolores Vázquez las encuestas de los chicos
y sus crónicas diarias.
Garrido, nacido hace 71 años en Negreira (Coruña),
estudió filosofía, teología, pedagogía,
dirección de empresas y un máster de periodismo,
una de sus grandes vocaciones, en América. De hecho
colabora en Diálogos, familia y colegio; Padres
y maestros y Cuadernos para educadores. También
fue fundador en 1979 del suplemento Prensa-Escuela
que se ha editado en varios periódicos de ámbito
nacional.
Vinculado a la Ruta desde 1990, sus mejores recuerdos son
precisamente de los primeros años y se corresponden
con momentos muy simbólicos. De su primer año
recuerda por ejemplo el encuentro del barco que trasladaba
la expedición a América con las réplicas
de las tres carabelas en medio del océano. Se emociona
también recordando una madrugada en Santo Domingo
en 1992 en la que un chico de Huelva, a modo de recuerdo
del descubrimiento, gritó ¡Tierra!, y a continuación
todos leyeron el diario del Almirante a la luz de una candela.
Jesús vive la Ruta como algo propio y por eso se
descorazona cuando encuentra expedicionarios que "no
comprenden de qué va esto". ¿Y de qué
va? Pues es "un encuentro de chicos de varios países
con los mismos problemas que tuvo el encuentro hace cinco
siglos de Europa y América".
¿Qué le falta y que le sobra a la Ruta? Según
nuestro sacerdote, quizá sería necesaria una
selección más estricta de los expedicionarios
e instaurar un perido más largo de preparación
para ellos y para los monitores, que son estupendos según
él, pero que llegan un poco despistados de lo que
van a ver en la Ruta.
No sabemos si porque de verdad la Ruta Quetzal ha perdido
un poco con los años o porque cualquier tiempo pasado
fue mejor, asegura que antes se visitaban lugares más
sensacionales y ahora "vamos a sitios más apañaditos".
Viendo las maravillas que estamos viendo este año
nos preguntamos cómo serían aquellas que tanto
añora Jesús.
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