Bolas de nieve al aire
Raymond Nazzar (Puerto Rico)
Yannick Beauregard (Canadá)
 |

Raymond y Yannick.
|
Nos sentimos realizados. Temprano, en la mañana, despertamos
de forma jocosa, al ver a todos los expedicionarios dormidos como
momias, dentro de sus sacos. Nos vimos impresionados por la belleza
y la naturaleza, que se parecía mucho a la película
del Señor de los Anillos, con hermosas cascadas, flores diminutas,
pero preciosas y la cordillera que nos rodeaba era como un cuento
de hadas.
Cercano al pico, yo, Raymond, le contaba al canadiense Yannick la
emoción que sentí al ver nieve por primera vez. Nos
acercamos al nevero, bajé corriendo hacia ella y tiré
bolas de nieve hacia el aire, con una sonrisa de oreja a oreja. Ese
es uno de los momentos que nunca olvidaré.
Mientras llegábamos a nuestro objetivo, el viento soplaba
con gran intensidad; pero finalmente mostramos orgullosamente nuestras
banderas sobre el pico más alto de la península ibérica.
Tomamos fotos como evidencia de nuestro logro. Y, mientras descansábamos,
una cosa notamos: cuando te unes con la naturaleza, las cosas simples,
como un bocadillo de jamón serrano que compartes, parecen grandiosas
en la situación.
Tras una jornada larga y agotante, bajamos con gran sentido de realización
en nuestros corazones.
