Visitando el mundo acuático
Karla María Bayres, Nicaragua
¡Vamos al acuario!, nos han dicho por la mañana, sin imaginar
la maravillosa aventura que viviríamos. Al llegar el momento
del arribo, la brisa marina nos da la bienvenida y el fondo de fotos
con amigos y monitores dibuja un paisaje indescriptible. Luego del almuerzo,
cada grupo inicia el tour: hay habitat marinos de todos los tamaños
y para todo tipo de peces, desde un pequeño arrecife para los
corales hasta una recreación de un muelle para peces gato.
El Acuario Nacional de República Dominicana, con aproximadamente
50 especies de animales marinos, es para todos los niños un
paraíso de entretenimiento; para los intelectuales, una fuente
de conocimiento de la biología; para los amantes de la naturaleza,
un jardín de rosas que cuidar; para los turistas, una aventura
acuática -paradójicamente- en tierra. Y ¿para
mí?... No hay palabras que lo expliquen.
Mientras el pez globo aleteaba, las tortugas dormían, los
cangrejos se ocultaban y el tiempo avanzaba, aquella excursión
iba formando parte de nuestros grandes recuerdos. Sin darnos cuenta,
en esos momentos pudieron florecer vocaciones, renacer esperanzas
y disminuir tristezas.
Así, unos saciábamos la curiosidad y otros eternizaban
el momento con fotografías. Entonces el guía nos dirige
por un túnel que nos traslada por el más grande observatorio
acuático del acuario. Al cruzarlo, paeace que te transportas
a otro mundo. Y es que a tu lado se escabulle entre algas una sardina
y sobre tu cabeza duerme un tiburón. No todos los días
convives tan de cerca con el reino animal.
En el acuario también hemos observado muchos animales curiosos
como la morena, los bubbies y los betas, siendo éstos últimos
peces de pelea.
Al preguntarle al guía cuál era el animal que más
llamaba la atención en el acuario, nos contestó que
el Manatí.
Este raro mamífero acuático se encuentra en peligro
de extinción, es por ello que actualmente está siendo
bien cuidado en el acuario "Tamao" y fue encontrado en la
Falla Barahona. Este tierno manatí es huérfano y pesa
800 libras. Según el guía, tiene 7 años, se alimenta
de lechosa y lechuga. Uno de los datos curiosos acerca de los manatíes
es que la gestación de su especie dura 13 meses ¿increíble,
verdad? La naturaleza es sabia.
Después de que algunos "ruteros" han tenido la oportunidad
de estar en su pileta un momento, los buses se enfilan para enrumbarnos
a una visita cultural. Los expedicionarios de Ruta Quetzal BBVA hemos
visitado el mundo acuático del Acuario Nacional.
