Crónica temática

Experiencias y reflexiones
Suelen Jaiane Beneides (Brasil)
Óscar Francisco López (El Salvador


Suelen y Óscar.

Más de tres semanas han transcurrido aquí en la Ruta y las experiencias ya vividas nos dan la certeza de que hemos alcanzado muchos de nuestros objetivos. Cada día que pasa, las emociones son diferentes, emociones que nunca imaginamos vivir en tan poco tiempo. Una amplia gama de sentimientos como las alegrías, tristezas, euforias o decepciones. Todo esto caracteriza la realidad de la Ruta Quetzal BBVA.

En fin, es una “escuela de vida” la cual nos muestra la verdadera realidad del mundo en que vivimos. Este mundo que nos separa de las comodidades de nuestras casa, la compañía de nuestros padres, amigos y demás seres queridos. Ahora nos damos cuenta que estamos solos para enfrentar los obstáculos de la vida y que únicamente podemos contar con Dios y con las amistades que seamos capaces de cultivar.

Las aventuras vividas en América fueron fascinantes, especialmente cuando escalamos el Pico Duarte o nuestro recorrido por el Paso de los Hidalgos. Gracias a ellos descubrimos que muchos contamos con una fuerza física y mental muy superior a la que imaginábamos.

Cada lugar histórico por el que pasábamos nos revelaba la historia plasmada en los libros, extrapolada a la realidad del presente. Aventuras, emociones y experiencias se ven enriquecidas de diferentes formas, cada día que pasa.

Son muchos los conocimientos que hemos adquirido respecto a los lugares que pudimos visitar. Cada cultura, tanto de la República Dominicana como de Puerto Rico, tienen características muy marcadas que resaltan su belleza; sin embargo, a pesar de estas diferencias, aprendimos que ambas islas tienen orígenes comunes.

Difícilmente podremos olvidar los talleres académicos sobre los taínos que constituyeron la primera forma de vida humana en estas tierras así como la histórica fusión de la raza española, africana e indígena que dio como resultado la sociedad borinca y dominicana.

Pues sí: América constituyó experiencias que probablemente no hubieran tenido ningún sentido sin la calidez propia de los puertorriqueños y dominicanos. Fue una sensación muy especial el poder convivir durante este corto tiempo con tan bellas personas. De manera que, si bien es cierto que 320 cabezas piensan y asimilan de diferentes formas, nosotros tenemos una interpretación común de esta filosofía: alegría, solidaridad, simpatía y una sonrisa siempre pintada en sus labios. Nos enseñaron a ver el lado positivo de nuestras vidas, a sonreír a pesar del dolor y del cansancio, a entregarte por completo hacia los demás aun a costa de tus propios intereses. Definitivamente una filosofía que a pesar de ser tan simple nos resulta tan difícil ponerla en práctica.

Pero la Ruta aún no termina. Hemos cerrado la primera etapa para pasar a otra. Probablemente la etapa más dura ha sido ya superada en muchos aspectos, desde los sentimientos de soledad y melancolía hasta el intercambio cultural de continentes. Ahora nos encontramos en España, conformando cada día más y más la unión de amistad del grupo, superando poco a poco las expectativas ya planteadas y tratando de aprovechar al máximo cada momento en este maravilloso viaje que aun no termina y que tiene mucho más por enseñarnos en el sendero de nuestra joven y aún inexperta vida de adolescentes.

Saludos a la familia, padre y madre, hermano y novio; un gran beso. Suelen

Saludos a mi gente y recuerdos a los amigos. Oscar.

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