Haciendo puentes o paredes para relacionarse
Anel Williamson (Panamá)
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Anel.
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Durante los primeros días de la Ruta Quetzal BBVA, me percaté
que una de las principales necesidades y cualidades requeridas para
no desistir del viaje es aprender a relacionarse con los demás
compañeros, hacer amigos para apoyarse unos a otros, pues todos
estamos viviendo de una forma u otra la misma situación. Sin
embargo, no siempre es del todo fácil, pues existen dos grupos
dominantes que normalmente están unidos: los americanos y los
españoles (que son la mayoría) y ambos, simplemente
por la razón de pertenecer a un mismo continente, mantienen
enlaces más fuertes.
Al principio nos conocemos, hablamos un poco, eligen los compañeros
de tienda, que usualmente no son del mismo país; pero al final,
sin darnos cuenta, nos aliamos con nuestros semejantes, los del mismo
continente.
Pero es siempre admirable el ver a los que, ya desde el principio,
han sabido involucrarse con todos los compañeros, aquellos
que realmente han "intercambiado cultura", que han aprendido
sobre las diferencias y afinidades entre el viejo y el nuevo mundo
y que han disfrutado los mejores momentos.
Muchas veces todo depende de la persona, del esfuerzo que esta haga
para tratar de comprender a los demás y no dejarse vencer a
la primera oportunidad. Estar con los de nuestro grupo es lo normal,
pues entendemos los mismos chistes, escuchamos casi siempre la misma
música y tenemos muchas cosas más en común. Sin
embargo, una de las principales ideas de las Rutas es aprender algo
de los demás.
El principio es lo más difícil: muchos empiezan a extrañar
las comodidades de su casa, a sus padres, algunos lloran e incluso
le vienen muchos recuerdos que pueden hacer sólo dos cosas:
darte más fuerzas o hacerte sentir peor. Lo más sencillo
para empezar es probablemente conocer a tus compañeros de tienda,
pues con ellos duermes y te levantas y, si con ellos tienes una relación
difícil, puedes tener noches muy tensas.
Existen también otra clase de ruteros, aquellos que tienden
a unirse sólo con los de su país, siempre están
juntos, son como uña y mugre. Eso sería lo peor y lo
que en todo momento debe evitarse: establecer barreras para los demás
es también establecer barreras consigo mismo. Comprendo que
quieran estar juntos; pero, cuando regresen, tendrán tiempo
de sobra. En cambio, hay otras personas de otros países que
tal vez no veamos en el resto de nuestras vidas, cosa que no me gustaría.
Por eso creo que debemos aprovechar cada instante, pues no hay vuelta
atrás y nunca se podrá repetir lo que aquí estamos
viviendo. "¡Vivan la Ruta intensamente!" es un eslogan
y un consejo de los ruteros y ex-ruteros de Panamá. Luchemos
todos por formar un solo grupo, sin distinción alguna.
