Hablar con la familia
Irene Atienza Gómez, Sevilla
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Irene.
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Hoy nos despertamos con el habitual sonido de la voz de Jesús Luna,
a través del megáfono, que anuncia que es el día más esperado. Debido
a la hora a la que nos acostamos ayer, tan sólo se nos invita a comer.
Por la mañana, tras un desayuno común ya para todos, visitamos una
exposición de carteles de expedicionarios de la Ruta Quetzal BBVA
del año 2002, que fueron realizados dentro del taller Cartelismo,
en el que yo participo en esta edición. Contemplando las obras, sueño
un poco con ver algún día expuestos en algún museo, de algún lugar
del mundo y que lo pueda ver algún otro rutero, una obra realizada
por mí este año.
Tras la visita, regresamos a la Fortaleza Ozama, que tantas veces
nos parece haber visto.
Aquí, en la ruta, el tiempo pasa rápido; pero deja siempre un sabor
con ecos de eternidad, que siempre te hace pensar que llevas en él
mucho más de lo que realmente es.
Se nos ofrece una conferencia sobre la historia de Haití, a pleno
sol. En ella participaron expedicionarios que consiguieron su beca
por un trabajo sobre dicho país.
Nadie podía imaginar lo que a continuación iba a pasar. A las dos
de la tarde nos comunican que después de comer podíamos visitar libremente
la ciudad, hacer compras, hasta las 8; hora a la que debíamos econtrarnos
en la Plaza de España.
Particularmente, mi única tarde no demasiado caótica. A pesar de
que el 90% de la gente fuera al Mercado Central, yo, me dirigí a una
peluquería con gran parte de mi grupo y me trenzé todo el pelo, queriendo
dejar así una huella de esta ciudad de la que mañana me despediré.
Más tarde, traté de hablar con mi familia en España, a cobro revertido,
pero me resultó imposible, porque no había nadie en casa.
Esto me frustró y, me hizo sentir triste y nostálgica, que hizo
creerme necesitaba de un abrazo fraternal que me llegaría en forma
de voz, a través del aparato, que ahora me resultaba inútil. A mi
alrededor varias sonrisas me comunican que han sido abrazadas y mecidas
por brazos lejanos.
Con las maletas llenas de los últimos regalos, y aun con algunos
pesos solitarios en mi bolsillo, llego al punto de encuentro. Miguel
Quadra-Salcedo nos acompaña en la conferencia sobre la Carta de Jamaica,
y llega también Irene Cantero, la ganadora del mejor diario de la
Ruta Quetzal BBVA 2002, incorporándose hoy a nuestra expedición, ya
que no pudo venir antes por una pequeña dolencia.
Posiblemente, empezando por la cena que espera en la fortaleza,
nos unirá la experiencia común de los días que nos aguardan, esperando,
para hacernos sonreir, llorar, saltar, gritar y, sobre todo, para
hacernos entender después por qué lo hicimos.
