Crónica introductoria

República Dominicana, mi país
Teresalina Liz Fernández

Teresalina, a la izquierda del Rey de España
Teresalina, a la izquierda del Rey de España, junto con otros compañeros en la expedición de 2001 (Bernardo Marín).

Como dice el poeta nacional Pedro Mir, “mi país esta colocado en el mismo trayecto del sol, en un inverosímil archipiélago de azúcar y de alcohol”. Es un rincón del mundo donde cierto tiempo nos abrazan los rayos del sol y al día siguiente nos cubre el agua que despide el cielo. Es por esto la diversidad en nuestras cosechas y productos que cultivamos en el campo. De igual forma están las montañas, cordilleras, picos y valles donde unas brindan un exquisito verdor y otras un frío intenso. Disfrutamos de las playas, grandeza admirable que junto al clima, el cuidado, la belleza, el calor humano, la simpatía de la gente y el sabor que caracteriza al dominicano se han convertido en uno de los lugares más visitados y donde la gente se siente mejor acogida.

Mi país de igual forma conserva muchas de las construcciones del pasado que ahora tienen un gran valor. Lo que era la antigua ciudad ahora es conocida como la Zona Colonial. Donde ocurrieron los acontecimientos históricos de más relevancia de la historia dominicana. Conservamos el Alcázar de Colon construida a principios del siglo XVI, lugar donde habitaba Diego Colon y sus esposa María de Toledo; La Puerta de la Misericordia, donde el 27 de febrero de 1844 el patricio Matías Ramón Mella disparo el trabucazo de independencia; La Catedral Primada de América; Las Ruinas de San Francisco; y un sin número de museos donde se recogen algunos de los utensilios utilizados y los hechos sucedidos en aquella época.

Es de gran honor para mi tierra tener en este año el grupo de la Ruta Quetzal rondando por nuestro país y conociendo las cosas que el mismo ofree. Espero aprovechen esta oportunidad que les da la vida así como yo lo hice dos años atrás. Disfruten cada momento de la Ruta porque es unico, cultiven amigos, cooperen con todos y hagan de estos meses una vida distinta, descubriendo elementos nuevos y otros olvidados hace tiempo, indagando sobre otra cultura y compartiendo una travesía de hermandad y crecimiento.


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