Últimos ocasos
Henry Carcamo (Honduras)
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Henry.
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Hola, amigos de todas partes del mundo que siguen los aconteceres
diarios de la Ruta Quetzal BBVA. Sepan que estamos en la etapa final
de la Ruta, días que para todos no queríamos que se
aproximasen, tan súbitamente. Somos conscientes de que todo
lo bueno se acaba; pero, experiencias como estas, en que se viven
los días intensamente, no deseamos que se acaben: días
que han marcado hechos muy significativos en nuestra vida, y que recordaremos
con todo el corazón.
La Ruta la puedo comparar a un día que amanece, y que en el
transcurso del mismo suceden cosas muy hermosas, las cuales no queremos
que se vayan tras un ocaso bello pero no deseado. Hemos aprendido
muchas cosas en todo este periodo de tiempo, así como también
vivido experiencias únicas que se han quedado grabadas en nuestro
pensamiento.
El día de hoy amanecimos en el bello puerto de Barcelona, lugar
al que arribamos el día de ayer por la noche; nuestra "casa
barco" se ha convertido en nuestra estancia cotidiana, durante
los últimos días de Ruta. Esta noche hemos dormido más
tiempo en comparación con los anteriores en el barco. Aproximadamente
a las 7:00 am, los monitores, llenos de energía y con todo
el entusiasmo que nos transmiten todos los días, nos levantaron.
Para muchos es muy pesado el horario de levantarse; el megáfono
utilizado por Jesús Luna se ha hecho extraño a nuestros
oídos por las mañanas. Han dicho: grupos impares a la
ducha y pares a desayunar. Nos duchamos y luego subimos a cubierta
para tomar los alimentos matutinos, los cuales estaban compuestos
por leche con cola cao, zumo y dos clases de pan dulce.
Al terminar el desayuno, muy ansiosos, nos alistamos con nuestra
mochila de combate y nos reunimos por grupos, en la cubierta. Hoy
nos espera un buen día en Barcelona. Abajo, también
ansiosos, esperaban periodistas, familiares y amigos de expedicionarios,
tal y como lo hemos presenciado en los puertos anteriores. Llegó
el momento de bajar. Abordamos por grupos nuestros respectivos buses
para empezar nuestro itinerario por Barcelona. Mi amigo "Pau"
se sentía muy feliz de estar en su tierra, al igual que todos
los demás catalanes de estar en su lugar.
El autobús partió y dejamos atrás la zona del
puerto. Mientras el conductor hacía su trabajo, el guía
también, proporcionándonos información sobre
la ciudad. A la izquierda podíamos divisar la montaña
de Monjuit, lugar al que nos dirigíamos y haríamos nuestra
primera parada. Llegamos al mirador del Alcalde al cabo de 15 minutos.
La vista de la ciudad y el puerto es muy hermosa. A lo lejos se veía
también la montaña del Tibidabo.
Abordamos de nuevo los autobuses con destino a la Sagrada Familia,
edificio muy significativo y de mucha importancia para la sociedad
de Barcelona y España. Llegados allí, todos quedamos
perplejos al ver tan magnífica obra, que aún está
en construcción desde 1.882. Diseñada por el genio arquitectónico
Antoni Gaudí, verdaderamente es una joya arquitectónica
para la humanidad. El tiempo estimado para su finalización
está contemplado dentro de un período de 20 años,
según cifras estimativas.
Una vez realizada la visita, subimos de nuevo a los buses y nos dirigimos
al barrio gótico que está ubicado en la llamada ciudad
bella de Barcelona. Se pueden apreciar edificaciones que datan desde
muchos siglos, los cuales siguen con su belleza arquitectónica
viva. El objetivo del arribo era para visitar la Catedral, caminamos
hacia la misma, entramos y el gran expedicionario, líder Don
Miguel Quadra-Salcedo nos dio, junto a la guía, una cátedra
de historia con respecto a la iglesia. Los acontecimientos pasados
dan fe de que en la Catedral fueron bautizados los primeros indígenas
procedentes de América en tiempos de la conquista; así
como la recepción oficial que le brindaron los Reyes Católicos
a Cristóbal Colón en aquellos tiempos. Realmente, ¡son
tantas cosas las que podría escribir sobre tan bello lugar!
Después de estar en ese templo sagrado, lleno de paz, salimos
y los buses nos estaban esperando para trasladarnos hacia donde todos
tenían ganas de ir a quitarse el calor y refrescarse un poco.
Ese lugar era el mar. Llegamos al lugar de "Port Olimpic",
un complejo recreativo creado en 1992, con motivo de la realización
de las olimpiadas celebradas en esta ciudad tan bella, ciudad de ensueño
y de mucha trascendencia histórica y humanística. En
fin, después de la visita, gran parte de la tarde la pasamos
en el lugar, bañándonos, descansando y comiendo.
La estancia en este lugar fue muy agradable; pero así como
empezó tenía que terminar, como todo lo bueno. Rápidamente
nos alistamos para concluir la etapa final del recorrido, la cual
era la visita al Ayuntamiento de la ciudad. Allí fuimos recibidos
por la Concejala de Cultura y Educación, la cual nos dio la
bienvenida, deseándonos la mejor estadía en la ciudad,
interviniendo también don Miguel Quadra-Salcedo. Con su gran
conocimiento de la historia, nos brindó unas palabras sobre
el lugar en el que estábamos. Al terminar el acto, pasamos
a un convite, donde nos ofrecieron bebidas y pasteles. Esto último
es lo que más agradecemos los ruteros, después de un
día de muchos movimiento: beber y comer y algo para tomar fuerzas.
Salimos del Ayuntamiento y realizamos una caminata hasta el monumento
a Colón, obra arquitectónica de mucha belleza dedicada
al valiente navegante que surcó el Atlántico para descubrir
otras tierras, las mismas que habitaron nuestros antepasados en aquellos
tiempos. Y, como producto del contacto que ocurrió entre dos
mundos distantes, en el presente podemos conmemorar esos tiempos,
a través de programas como la Ruta Quetzal BBVA en la cual,
americanos y europeos compartimos y aprendemos recíprocamente
lo cotidiano de nuestra unión.
Allí, en el monumento al navegante, hicimos una foto de grupo
y pudimos observar el arreglo de la mano de Fray Boi que la Ruta había
restaurado.
Finalizados los actos, tuvimos tiempo libre hasta las 9:30 p.m.,
compramos, comimos, caminamos
en fin, que cada quien disfrutó
su tiempo libre como mejor quiso. A las 9:30, puntualmente estábamos
todos de nuevo en el monumento, para coger los buses que nos llevarían
de vuelta a nuestra "casa barco" en donde pasaríamos
la última noche.
Cena y un vaso de chocolate Valor y magdalenas, que nos dieron fuerza
para asistir a la magnífica clase que nos ofreció en
profesor Javier Armentia que nos deleitó con sus palabras sobre
las estrellas, aunque invisibles tras las nubes, para seguidamente
irnos a la cama.
Bueno, amigos, me despido de ustedes, no sin antes desearles lo mejor,
esperando que les haya agradado la crónica que he hecho con
dedicación, sintetizando en un día, lo extraordinario
y fantástico que hemos vivido.
¡Qué Dios bendiga la Ruta y que le siga dando salud
y sabiduría a Don Miguel Quadra-Salcedo y a todos los que hacen
posible este hermoso gesto!
Un hondureño rutero.
