Acordar y no olvidar
Pedro Alves (Portugal)
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Pedro.
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La Ruta está a terminar. Infelizmente y, por mucho que cueste
decir, es la verdad. Para atrás queda el paso inolvidable por
el Caribe ¡y la gran amistad que se consolidó entre todos,
ya aquí en España!
Rodeados por el Mediterráneo, camino de Barcelona en el buque
Hernán Cortés, todos los ruteros intentan al máximo
prolongar su presencia en esta Ruta Quetzal BBVA 2003.
Al principio, todos sentían la falta de sus padres y amigos,
sufrían con el hambre y la sed y odiaban el Pico Duarte y el
Paso de los Hidalgos, pero, si hubo un momento determinante que cambió
la actitud de todos, de cierto que fue la supuesta división
entre los iberoamericanos, españoles y europeos.
Tanto en la partida como en la llegada todos se dieron cuenta de
la conexión que ya existía entre todos y que muy probablemente
les mantendrá unidos toda su vida. Más aún, cuando
los valientes expedicionarios lograron subir al Pico Mulhacén
y llegaron al campamento base siendo recibidos con una gran fiesta
y una alegría verdadera y pura por parte de los que se quedaron
abajo, y deseaban verlos.
Todos estos momentos de despedida/bienvenida, supuestamente van a
servir para prepararnos para la dura separación que todos los
expedicionarios van a sufrir en los próximos días. Aunque
decir que estamos preparados para poner fin a un mes y medio de aventuras,
cansancio, sufrimiento, alegría, fiesta, amistad y compañerismo,
no... Definitivamente, nadie está preparado y nadie se quiere
acordar de que esto va a ser así.
Para todos los expedicionarios, esto ha sido un sueño, algo
que nunca pensarían hacerlo en su vida; ni siquiera cuando
finalmente llegaron aquí. Y ahora, ¿qué vamos
a hacer? ¿Volver a nuestras casas y conservar la Ruta en nuestras
memorias solamente, como un recuerdo que tendremos presente de tiempo
en tiempo? ¡No!...Vamos a continuar a vivir la Ruta en nuestras
vidas, porque ella ya es una parte fundamental de nuestra existencia.
Tengo la certeza que ya ha cambiado la vida de todos y que nadie se
va a olvidar de sus compañeros de Ruta.
Vamos a continuar en contacto, entre todos, desde el Caribe a Dinamarca,
de Filipinas a Portugal, de El Salvador a Irlanda. Todos estos 48
países que fueron tan bien representados en esta Ruta Quetzal
BBVA 2003, van a continuar juntos y unidos porque fueron unos valientes
expedicionarios que han subidos a dos de los picos más altos
de los dos lados del Caribe y de la Península Ibérica.
Fueron estos los que se unieron y olvidaron los problemas entre sus
países para actuar como un grupo fuerte y altamente motivado.
Para terminar este escrito, quiero recordar uno de mis mejores momentos
en la Ruta: el primer baño, por la noche, en La Isabela, bajo
un cielo muy estrellado. Así, quien quiera que este leyendo
esto, en cualquier parte del mundo, mis deseos de una noche tan estrellada
como la que tuvimos y, también, un saludo muy fuerte para todo
Portugal y un abrazo muy especial para todos los ruteros. ¡Viva
la Ruta Quetzal BBVA 2003!
