Crónica introductoria

Así viví mi Ruta Quetzal Adriana Ospina, Panamá

Adriana, en su encuentro el año pasado con el Rey de España (José Luis Cuesta).

Hablar de Ruta Quetzal, es hablar de sentimientos, de emociones, situaciones, de amigos, si…. de genuinos e inigualables amigos que hacen que este arduo y maravilloso recorrido cobre un sentido único y lo haga tan inmensamente especial. Son ustedes, queridos expedicionarios, muy afortunados de poder ser partes de esta experiencia enriquecedora que sacara a flote sus mejores cualidades, y no sólo les dará la oportunidad de descubrir otros mundos externos, si no también, el pequeño mundo que llevan dentro. Serán embajadores de sus naciones, se sentirán enormemente orgullosos de portar sus banderas y podrán compartir sus costumbres y mostrar lo más lindo de su cultura y de su tierra.

Creanme queridos aventureros, que el estar en contacto directo con la naturaleza, compartir raciones de comida con sus compañeros, caminar kilómetros. Estar alejado parcialmente de la tecnología y totalmente de sus padres. Responder por sus cosas, llevar como cual caracol, su casa a cuestas. Compartir sueños, emociones y vivencias con 300 jóvenes, que llegan a convertirse, en sus hermanos, sus aleados, su familia….

Los volverá sin duda, más humanos y seres más conscientes.

Ruteros, no se dejen abatir por la fatiga física y emocional, den su mejor esfuerzo, realicen cuantas caminatas estén programadas y descubrirán que llegarán más lejos que lo que imaginaron alguna vez, porque están siendo capaces de vencer los limites impuestos y no encontraran mayor satisfacción en ninguna otra cosa que hagan, pues han logrado vencer sus propios miedos. ¡No hay nada mejor que sentirse orgullo de uno mismo!

A lo largo de la Ruta visitaran lugares maravillosos, en lo personal, le tengo un afecto muy grande a una hermosa ciudad Salamanca, España, que parecía sacada de un cuento de hadas. Con esas estrechas callecitas iluminadas que encerraban siglos de historia y pequeños faroles que alumbraban nuestro andar.
Conocerán a fondo la cultura del país en el que se encuentren. Podrán degustar de los platos típicos de la región. ¡Jamás olvidare el delicioso sabor del Cocodrilo que nos dieron a probar en Panamá!

Se sentirán muy orgullosos de ser ruteros cuando presencien las grandes bienvenidas que les ofrecen en su honor. Banquetes, bailes, palabras que hacen alarde al importante papel que juegan cada uno de ustedes en esta expedición.

Tendrán también el privilegio de compartir un momento con los Reyes de España, hablar con ellos e inclusive estrechar sus manos. Yo tengo un recuerdo muy lindo, pues afortunadamente hable unos cuantos minutitos con la reina Sofia, quien es encantadora, y con el Rey Juan Carlos me tomé una foto, les confieso, hazaña difícil de realizar e imposible de olvidar.

Pero, ¡Qué decir de las aventuras que vivirán!, nada como aquella noche en Nombre de Dios, Panamá, cuando en pleno día de San Juan, la seguridad de nuestro campamento se vio amenazada por fuertes lluvias, que parecían interminables!. La incertidumbre se acrecentaba pues no sabíamos donde pasaríamos la noche… y como buenos "aventureros' terminamos durmiendo bajo el techo de la capilla del pueblo!

Así serán todos y cada uno de sus días dentro de la expedición, increíblemente interesantes y cargados de emoción.

Amigos míos, quizá el consejo mas grande que pueda llegar a darles, es que vivan su Ruta a PLENITUD, porque es una experiencia que solo se vive una vez y que no se olvida jamás. Se darán cuenta que los lazos de amistad que unan allá duraran de por vida, porque aquel que tiene un amigo, lo tiene todo en dos almas, juntos forman su destino y juntos también lo cambian.

Aprovechen de esta maravillosa oportunidad, yo de hecho estoy sumamente agradecida y orgullosa de pertenecer a una familia tan grande, como lo es la Ruta Quetzal.